Entrevista a Elsa Bornemann


1) Lee acompañado la siguiente entrevista.
Elsa Bornemann en la frecuencia de los chicos
Entrevistaron: Laura, 10 años, y Dana, 11 años.
Asesoría Periodística: Gisela Schmidberg.
—Sabemos que sos maestra y doctora en letras. ¿Ejerciste alguna vez?
—Sí, sí, sí. De maestra jardinera, de maestra de escuela primaria, de profesora de secundaria y en la universidad también.
—¿Y doctora?
—Y sí… ¡Curé muchas letras y muchas palabras! (Risas).
—¿Cómo eras con tus alumnos?
—Afortunadamente, me llevaba muy bien. Los chicos me tenían simpatía y yo también a ellos. Es que realmente los seres que más me gustan en la vida son los chicos. Y después de ellos, me gustan mucho también los animales.
—También sabemos que trabajaste como azafata. ¿Cómo fue?
—Yo creía que me iba a encantar ser azafata. Y después que trabajé… ¡no! Pero no porque me diera miedo el avión, sino porque tenía que estar todo el tiempo sirviendo a la gente, atendiendo a todos, asistiendo a las personas que se asustaban… Y yo dije: “Bueno, ya probé, ya está bien”.
—¿Recordás alguna anécdota de esa época?
—Sí, yo decía: “Perdón, voy al baño”, y me metía ahí. En realidad, era porque se me estaba ocurriendo algo para escribir. Me encerraba en el baño y escribía poemas.
—¿Te leían de chiquita?
—Mi papá, sobre todo. Pero ¿ustedes saben? Una risa… Mi papá era alemán; entonces, él me leía en alemán y me decía: “Si prestás mucha atención, lo vas a entender”. Pero como él no me traducía, ¡yo me imaginaba cualquier otra cosa! Y después mi mamá me inventaba cuentos.
—Y cuando empezaste a leer sola, ¿qué leías?
—Cuentos, novelas y poesía; sobre todo poesía. Existen tantos autores extraordinarios, ¿no? Sobre todo, leo a autores españoles y argentinos, muchísimo. Era y sigo siendo muy lectora. la lectura me encanta y también la radio. La televisión no tanto. Escucho mucha radio de noche, porque yo por la noche duermo poco. Siempre, ¿eh? De chica también.
—¿Tenías muchos amigos?
—Siiií. sobre todo, varones. Cuando yo ea chica, en general, las mamás no querían que las nenas estuvieran con amigos varones. Pero en mi casa no pasaba eso. Era, como me decían entonces, varonera. ¿Por qué? Porque íbamos a la plaza, nos trepábamos a los árboles… Me encantaba. con ellos me divertía muchísimo.
—¿Por qué quisiste ser escritora?
—Porque me encantaban los libros. Y después, hay cosas que uno no sabe exactamente por qué, pero quizás hasta el día de hoy tengo ciertos problemas para comunicarme hablando y no para hacerlo escribiendo. Por ejemplo, a mí no me gusta el teléfono.
—¿Por qué?
—¡Ustedes no fueron telefonistas de chica! Mi papá era relojero campanero y tenía el taller en el fondo de mi casa. Entonces, lo llamaban de muchos lados por trabajos y él me pedía a mí que atendiera el teléfono. Por otro lado, mi hermana mayor ya tenía sus noviecitos y me decía: “Atendé y decí que no estoy”. La otra, lo mismo. Entonces, yo estaba harta de atender el teléfono. Por eso me encantó cuando salió la computadora, aunque yo —copiando a Rolando Hanglin, que habla de la Organización de Sufrimiento Argentino— llamo a mi computadora la OSA, porque hay días en que no anda nada. Un desastre, ¿no? Pero me encanta mandar y recibir mails… Y lo que extraño son las cartas escritas a mano que le llegaban a uno antes, con la letrita de cada uno de los amigos… en la que uno los podía reconocer.
—Por qué pensás que tantos chicos te escriben?
—Supongo —aunque yo no tengo la explicación, porque sinceramente no la tengo— que porque les gusta lo que escribo. Como a mí me hubiera gustado escribirle a Lewis Carroll, el autor de Alicia en el País de las Maravillas, y a tantos otros autores que ya cuando yo era chica no existían, ¿no? Estaban los libros. Había pocos autores en la Argentina que escribían para chicos, hasta que apareció la extraordinaria María Elena Walsh. Y después yo empecé escribiendo para chicos pero sobre temas de los que no se escribían acá, como el terror o el amor. Y tuve algunos problemas.
—¿Cuáles?
—Con el libro Un elefante ocupa mucho espacio, fui prohibida en el año 1977. El año anterior había recibido un premio internacional muy importante y supongo que a alguna gente le dio envidia. No creo que el general Videla (N. de la R.: primer presidente de la dictadura militar que comenzó en 1976 y durá hasta 1983) lo haya leído, ¡para nada! Pero lo prohibieron diciendo que era izquierdista, y no era para nada así. Pronto, si Dios quiere, se va a hacer una versión teatral de ese libro. Cuando me prohibieron eran momentos muy tremendos, en los que desaparecía la gente… y me acuerdo de que mi padre me dijo: “Andate a vivir a Europa. No te quedes acá porque esto es muy peligroso”. Pero yo, sinceramente si me hubiera ido, me habría muerto de tristeza, sola y por esa causa… entonces, me quedé acá.

2) En la carpeta resolver las siguientes preguntas de comprensión:
A- ¿Quién es la entrevistada?
B- ¿Quiénes son las entrevistadoras?
C- ¿Qué trabajos menciona la entrevistada?
D- ¿Por qué llama a su computadora “OSA”?
E- ¿Qué dificultad tuvo con sus cuentos? 
3) Piensa 3 preguntas que le harías a la escritora:

4)Ver el vídeo 


 Realizamos una entrevista a un integrante de la familia, para esto hay que seguir unos pasos:
A- ¿Quién es el entrevistado?
B- ¿Quién es el entrevistador?
C- Elige un tema:
Algunas ideas pueden ser: la cuarentena, sus trabajos, hobbies, etc.
D- Escribe en un papel borrador 5 preguntas que le puedas hacer a tu entrevistado.
E- Fílmate haciendo la entrevista. Podes usar la aplicación que prefieras y elemento tecnológico que tengas; si no conoces aplicaciones simplemente fílmalo con un celular.
F- Con ayuda de un adulto mándala por correo electrónico a  lic.herreraveronica@gmail.com
A medida que lleguen los iré subiendo al blog

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